miércoles, 26 de agosto de 2009

Reconciliación


Al cruzarnos en la ruta silenciosa nos miramos,
ella grave y pensativa y yo absorto, indiferente;
las bandadas de recuerdos aletearon en mi mente
y sin verlo, aun tiempo mismo las miradas esquivamos.

Muchas cosas, muchas cosas con los ojos nos hablamos
y volvimos a mirarnos largo tiempo, mutuamente;
detuvimos nuestros pasos del lvido en la pendiente...
sin sentirlo, sin saberlo con tristeza suspiramos...

Ella vaga sin camino; yo me aparto del sendero;
entre la morada cuenca de la noche ni un lucero
encamina nuestros pasos, ni señala nuestras huellas.

De repente tropezamos, nuestras manos se aprisionan,
nuestros ojos se persiguen, nuestros labios se perdonan...
y del árbol de las sombras se desgajan las estrellas!

-Jorge Bayona Posada-

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